jueves, 9 de julio de 2009

Un día sin Slim

Estimados y distraídos lectores:

He decidido emprender esta aventura bloggástica (sic) como consecuencia a la reciente lectura de sitios similares redactados por amigos, compañeros y bienamados compañeros de juerga.

El objetivo o teleología del presente no es de manera alguna asediarlos con astutas (o poco inteligentes) reflexiones sobre los quehaberes de nuestra actualidad; este espacio es más bien producto del ocio y de la necesidad de mantener la mente activa en algo que no sean 22 hombres corriendo tras de un balón (Si Aguirre salva a nuestra selección todo elector abstemio votará por él en 2012... ¡Alelulya!). Como puede observar o en su caso inferir, no pretendo dejaros ninguna aportación, ni si quiera que aprendan algo, repito el objetivo es mantenerme ocupado en ratos de ocio.

Bien el primer tema que trataré con ustedes hermanos míos es aquél que Francesc Relea reproduce en su aportación "Slim, Liderazgo sin Competencia".

De ninguna manera, hermanos, os sermonearé sobre la política fiscal o competitiva que ha empleado Slim para ser lo que es hoy: un gordito aficionado al beisbol del cual depende toda la economía de una nación.

La reflexión que os planteo es aquella fundamentada en la hipótesis de vivir un sólo día en México sin Carlos Slim Helú.

¿Que harían uds bienamados hijos de Dios un sólo día sin poder mandar un msj a su cuate el "pelos"? ¿Qué sería de nuestras almas en espera de la resurreción divina (sic) sin un cafecito en sanborns? ¿Qué harían ustedes impíos pecadores que fuman cual chacuacos sin poder encender un sólo cigarillo? ¿O abordar cualquier vehículo con neumáticos producidos por Euskadi o General Tire?

De primera mano son algunos de los productos que nuestro querido fráter Slim nos aporta día con día, sin contar por supuesto todo lo que al país aportan Inbursa, Sears, Nacobre, y su 1.5% de acciones en Televisa.

No es cosa menor os repito, pues nosotros cual simples mortales estamos acostumbrados a manejar "activos" y "balances" que no van más allá del gasto de gasolina, cine, camión, gorditas, o la chela veraniega. No hermanos, Slim maneja, día con día la nada despreciable suma de 35 Bi, repito BI llones de dólares. Eso en cristiano es alrededor de 360 000 000 000 000 de pesos, así es 13 ceros... ¡ÁLABAOS PUES AL SEÑOR DE LOS CEROS! ¡ALELUYA!

No pienso agobiarles más por hoy hermanos míos, sólo reflexionen, qué harían un sólo día sin Carlos Slim...

En mi opinión, no deseo tener uno sólo sin él, y no por su galanura o su trato amable, sino simple y sencillamente porque la economía mexicana depende enteramente de su humor.

Podeos ir en paz.

PD: Si un día Slim ve la luz de la caridad y donara su entera fortuna a la filantropía global se acabría la pobreza en el mundo, es sólo un dato curioso y sin importancia para el prójimo.

2 comentarios:

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  2. No, no sé mucho del mundo de la política, pero intento. Intento comprender lo complejo de su existencia y su ser. Una vez cumplido tal objetivo, quizás mi retorcida y loca mente logre comprender, más que entender, un poco más acerca de todas aquellas cosas que suceden a mi alrededor en este país donde vivo...creo...
    No obstante, aunque te conozco sin conocerte, puedo decir que wow...Vivan los niños con buena ortografía y capacidad de razonamiento...¡hurra!... no sólo son mitos :D. Bueno, pero caray ya me extendí y escribí escribiendo nada. Aún así, ¿qué puedo decir?, con esta entrada de homenaje al Sr. Slim...del cual depende mi querido (y mi no tan amado) país...creo que me queda decir: ¡Felicidade Sr. Slim!, ya tiene México, ¿qué otro país desea usted añadir a su carrito?...Por cierto...de Slim...tiene nada. [¡¡Vaya pero qué crítica tan no constructiva!!!...lo siento, pero repito, intento...realmente intento ] :)

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